¿Quién no ha hecho clic alguna vez en «Acepto» sin leer las interminables condiciones generales de un servicio en línea?
Estos textos, redactados con un lenguaje jurídico deliberadamente árido, forman parte de lo que Enrique Dans llama la «ficción del consentimiento informado». Como recuerda en su artículo La ficción del consentimiento informado en la era digital, todos sufrimos una verdadera fatiga del consentimiento. Multiplicar las solicitudes de aceptación no informa al usuario: más bien lo empuja a ceder sin comprender.
En realidad, en la gran mayoría de los casos, no sabemos lo que estamos aceptando.
El consentimiento sin información es un simulacro
No es casualidad que estos documentos sean tan largos y oscuros. Su objetivo rara vez es protegernos a nosotros; más bien buscan proteger a las empresas que los redactan. Como consecuencia:
- ignoramos cómo se utilizarán nuestros datos,
- firmamos renuncias implícitas sobre nuestra vida privada o nuestra propiedad intelectual,
- aceptamos cláusulas que, en otros contextos, serían consideradas abusivas.
Todo ello, en nombre de un consentimiento que de «informado» solo tiene la apariencia.
¿Y si la IA se convirtiera en nuestro filtro?
En lugar de seguir resignándonos a esta opacidad, podemos usar la IA como herramienta de transparencia.
Basta con copiar y pegar las condiciones generales en una IA de confianza y pedirle que extraiga lo esencial:
- ¿Qué riesgos existen para mi confidencialidad?
- ¿Qué ocurre con mi propiedad intelectual?
- ¿Cómo se usarán mis datos personales?
- ¿Cuál es la duración del compromiso y qué obligaciones implícitas conlleva?
- ¿Existen cláusulas abusivas o ambiguas?
La IA puede traducir el lenguaje jurídico a un lenguaje claro y poner en evidencia lo que resulta arriesgado, desproporcionado o engañoso.
Ejemplo de prompt utilizable
Quiero que leas este texto de compromiso y que me señales cuáles son mis riesgos en cuanto a:
– mi confidencialidad
– mi propiedad intelectual
– el uso de mis datos personales
– la duración y las obligaciones implícitas
Y que detectes las cláusulas abusivas o ambiguas.
Simple, rápido y accesible para todos.
Atención a los límites
Por supuesto, una IA no es un abogado: su análisis no sustituye un consejo jurídico profesional. Pero sí puede desempeñar un papel esencial:
- ahorrar tiempo,
- hacer visible lo invisible,
- devolver poder al usuario frente a textos diseñados para desanimar la lectura.
Compartido en un espacio colectivo (por ejemplo, un foro o una red como Paroxia), este análisis incluso podría convertirse en un trabajo colaborativo de desciframiento ciudadano.
Recuperar el sentido del consentimiento
El consentimiento real exige comprensión real. Mientras las condiciones permanezcan deliberadamente ilegibles, ese consentimiento no será más que una ilusión. Pero gracias a la IA, es posible transformar un simulacro en una verdadera elección informada.
En definitiva, el consentimiento no es informado si la información es deliberadamente ilegible. La IA puede convertirse en una herramienta de transparencia.
(Artículo redactado por ChatGPT a partir de mis informaciones e ideas).
